La ensalada de mejillones y espinacas es un plato lleno de frescura y sabor, ideal para los amantes de los mariscos. Combina la suavidad de los mejillones con la frescura de las espinacas y una deliciosa vinagreta, creando una experiencia culinaria única. Esta receta es perfecta para un almuerzo ligero o como entrada en una cena. A continuación, te mostramos cómo prepararla.
Lava los mejillones bajo agua fría para eliminar cualquier impureza. Retira las barbas y descarta aquellos que estén abiertos y no se cierren al tocarlos.
En una olla grande, agrega un poco de agua (aproximadamente 1 taza) y lleva a ebullición. Una vez hirviendo, añade los mejillones, cubre la olla y cocina durante 5-7 minutos o hasta que se abran. Retira del fuego y deja enfriar.
Una vez que los mejillones estén fríos, retira la carne de la cáscara y resérvala en un tazón.
En un tazón pequeño, combina el aceite de oliva, el vinagre de vino blanco, la mostaza de Dijon y la miel (si la usas). Bate bien hasta que todos los ingredientes estén integrados. Añade sal y pimienta al gusto.
En un tazón grande, coloca las espinacas, el pimiento rojo, la cebolla morada y el aguacate. Agrega los mejillones cocidos y mezcla suavemente para no deshacer el aguacate.
Vierte la vinagreta sobre la ensalada y mezcla bien para que todos los ingredientes queden bien cubiertos.
Sirve la ensalada en platos individuales o en una fuente grande. Decora con gajos de limón y espolvorea las nueces o almendras tostadas por encima para añadir un toque crujiente.
Si deseas, puedes añadir un poco de queso feta desmenuzado o queso de cabra para enriquecer aún más el sabor de la ensalada.
Puedes preparar los mejillones al vapor en lugar de hervirlos. Simplemente coloca los mejillones en una vaporera y cocina durante 5-7 minutos hasta que se abran.
Experimenta con otras verduras como pepino, zanahoria rallada o rábanos para agregar variedad y color a tu ensalada.
Si eres alérgico a las nueces, puedes omitirlas o sustituirlas por semillas de girasol o calabaza para mantener el crujido.
Para hacer esta ensalada vegana, simplemente omite los mejillones y considera añadir garbanzos cocidos o tofu marinado como fuente de proteínas.
La ensalada se puede almacenar en un recipiente hermético en el refrigerador durante un día. Sin embargo, es mejor consumirla fresca para disfrutar de su textura y sabor.
Al elegir mejillones, asegúrate de que sean frescos. Busca mejillones que estén cerrados o que se cierren al tocarlos. Esto indica que están vivos y frescos. Los mejillones abiertos o dañados deben ser desechados.
En lugar de hervir, puedes asar los mejillones en el horno. Coloca los mejillones en una bandeja para hornear, rocía un poco de aceite de oliva, y hornéalos a 180 °C (350 °F) durante unos 10 minutos. Esto dará un sabor ahumado que complementará muy bien la ensalada.
Siente la libertad de añadir o reemplazar las espinacas con otras hojas verdes como rúcula, lechuga o kale. Esto no solo cambiará la textura, sino también el perfil de sabor de la ensalada. También puedes incluir vegetales asados, como pimientos o berenjenas, para agregar profundidad y un toque dulce.
Además de los aguacates, puedes considerar añadir otras frutas como gajos de naranja o mango para un contraste dulce y ácido. Estas frutas también aportarán color y frescura al plato.
Si deseas un aderezo diferente, prueba con una vinagreta de cítricos. Simplemente mezcla jugo de limón o naranja con aceite de oliva, sal y pimienta. Esto le dará un toque fresco y vibrante a tu ensalada.
Para una presentación más sofisticada, considera servir la ensalada en copas de cristal o en platos de cerámica colorida. Decora con brotes de alfalfa o microgreens para un acabado visual atractivo.
Si te sobra ensalada, guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador, pero ten en cuenta que la espinaca y el aguacate pueden marchitarse rápidamente. Es mejor consumirla dentro de un día para disfrutar de su frescura.
La ensalada de mejillones y espinacas es un plato fresco, ligero y delicioso que combina sabores del mar y la tierra. Perfecta para una comida de verano o como entrada en una cena especial, esta receta seguramente impresionará a tus invitados. Atrévete a prepararla y disfruta de la frescura de los ingredientes en cada bocado.
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